domingo, 15 de marzo de 2009

Capitulo V

Capitulo V: Estudiando al personaje

Habíamos comenzado a grabar, mas bien, yo había comenzado a grabar algunas escenas, porque por el tiempo que teníamos recién habíamos hecho la presentación de Renée y Charlie. Dejaba atrás mi hogar en Phoenix, el sitio más soleado y calido al que estaba acostumbrada a vivir, para mudarme a Forks, donde estaría viviendo con mi padre por un tiempo. Tuvimos que grabar las escenas varias veces, porque al ser las primeras, estábamos muy tensos, y el director nos hacia comentarios de lo forzadas que parecían las actuaciones, pero estaba dispuesto a tenernos paciencia, ya que sabia en la situación en la que nos encontrábamos. Era realmente una experiencia nueva, nunca había estado delante de tantas cámaras, era raro el procedimiento de grabación, no me imaginaba que dirían corte tantas veces seguidas, y que para una sola escena de apenas diez minutos, tendríamos que repetirla una y otra ves, para que graben de diferentes ángulos, con distintos modos de luz y todos los detalles que enriquezcan la puesta en escena. Luego de las primeras horas, todos habíamos tomado confianza con las cámaras, y ya nos estábamos adaptando al procedimiento.
Nos llevábamos muy bien, tanto con el director como entre nosotros mismos, yo le había tomado un cariño a Alice que nunca me imaginé posible, pero ella se lo merecía, era muy dulce para con todos, y siempre tenia una sonrisa en su rostro. Emmett ya me había adoptado como su hermanita menor, y me gastaba bromas y vivía revoleándome hacia el aire haciendo referencia a sus tonificados músculos, todos se reían de mi cara de pánico, nunca les había comentado el terrible horror que le tenia a las alturas. Rose y Jake eran los mejores amigos del mundo, parecía que llevaban años de conocidos y que con el tiempo su relación crecía cada vez mas, nadie que los hubiera visto diría que se conocían de apenas unas horas. Si bien Carlisle y Esme pasaban rato con nosotros, preferían estar mas con Charlie o Renée, ya que nos les hacia gracia que estemos tan metidos en los personajes, nadie sabia como nos llamábamos en realidad, habíamos adoptado nuestros nombres ficticios y así seguiríamos por siempre, estábamos metidos en una fantasía, y nadie nos podría sacar. Mas allá de la relación que teníamos, nosotras estábamos muy unidas, al igual que los chicos, solo que había una pequeña diferencia, ellos contaban con un miembro de su grupo que me hubiese encantado que también se una a nosotras. Edward era la persona mas reservada que había llegado a conocer, no pasaba su tiempo con nosotros, prefería estar solo o hablando con Jasper, pero era el único que había escuchado como sonaba su voz por mas de cinco minutos, a todos nos llamaba mucho la atención, pero a mi mas que a nadie. ¿Como se supone que me tengo que enamorar de él, si ni siquiera me dirige palabra? Sabía que tenía que actuar, pero no pensé que seria tan difícil.
Había llegado la hora de representar su entrada triunfal, el momento en el cual conocería a los Cullen, al gran amor de mi vida, a mi futuro vampiro atormentado. Estaba en la mesa del comedor hablando con Jess y Ángela, cuando fue el momento de su aparición. No me había percatado de lo hermoso que estaba hasta el momento en el cual cruzo la puerta de vidrio con sus hermanos por delante, Rose y Em entraban como estrellas de Hollywood, de la mano y cruzando miradas de enamorados de la vida. Alice entraba danzando, de la mano de Jazz que había puesto en practica su rostro de atormentado, y allí estaba el, con su campera de frisa gris que le llegaba hasta la cintura, sus jeans oscuros y su cabello arremolinado. Era el momento en el cual por primera vez desde que habíamos entrado en el set tendríamos que mirarnos a los ojos, el momento en el cual lo conocería realmente. Paso por mi lado, lo seguí con la mirada, al igual que él. Era perfecto, no cabía duda alguna. Desvió la mirada para tomar la silla en la cual se sentó, y luego giro el rostro hacia mi, había algo en su mirada que me parecía familiar. Sus ojos dorados me abrían el alma al medio, era como si estuviera hurgando en mi interior, como si intentara encontrar algo, como si realmente quisiera leerme la mente. Seguimos repitiendo la misma toma hasta que quedo del agrado del director, siempre era lo mismo, aunque para mi, en cada mirada, había algo diferente, había un dejo de melancolía en sus ojos. No sabía si en verdad le pertenecían, ya que a la vista humana no parecían de contacto. Cuando terminamos la toma, me levante a los tropiezos para dirigirme hacia el, pero cuando estaba a punto de llegar a su lado, ya se había marchado. Con la tristeza impresa en mi rostro me senté al lado de Alice, al ver mi gran desolación me dio un fuerte abrazo.
-¿Qué es lo que te pasa Bells? ¿No eres feliz realizando la película, y estando con nosotros?- Sonaba tan desgarrador, parecía que se había contagiado de mi dolor
- Si Al, es que, no se, me siento mal por el chico que hace de Ed, es muy apartado, y cada vez que intento acercarme, huye sin dudarlo, y con ustedes no es así- Realmente me afectaba mas de lo que tenia previsto, me había llegado a interesar en saber que le pasaba
- No te preocupes Bells, no habla con casi nadie, Jasper es el único que ha llegado a extraerle palabras casi a los tirones, solo dice que es un poco tímido, que le cuesta estar con gente que no conoce, pero que pronto se acostumbrara- Era increíble como quería calmarme cueste lo que cueste, esa chica me había sentido mal de verdad.
- Esta bien, si tú lo dices, te creo, después de todo si tú no sabes el futuro, nadie más lo sabrá- Y reímos un rato hasta que mi amargura ocupo el último lugar en mi mente.