viernes, 13 de marzo de 2009

Capitulo III

Capitulo III: El elenco

No había podido pegar un ojo en toda la noche, me invadían sueños de lo que seria mi futuro, mi actuación. Me había quedado despierta repasando el guión que me dieron en el casting, aunque no hacia falta, los diálogos eran los mismos que la película y el libro, y no necesitaba repasarlos, los sabía bastante bien como para un "examen sorpresa". No me imaginaba ninguna escena con mi rostro, aunque me habían dicho que harían cambios en mi look, no podía imaginarme en ellas. Tendrían que teñirme el cabello, definitivamente la peluca no era una opción, no deberían maquillarme, mi rostro era lo suficientemente blanco como para hacerme pasar por una Cullen, lo único que delataría mi mortalidad se veía plasmado en el rosa viejo de mis mejillas, eso nunca se iba, vivía en constante sonrojo, me habían llegado a llamar "manzanita" en la escuela por ponerme bordo ante cualquier situación en la que se demandaran mas de tres miradas posadas en mi. Las agujas no avanzaban, parecía que me había detenido en el tiempo, y por más que mis pensamientos divagaran durante horas, solo transcurrían unos pocos minutos. Tenia sed, suponía que eso no me dejaba dormir, lo dudaba, pero ante la necesidad baje a la nevera para servirme un vaso con agua, que lamentablemente no llegue a tomar, ya que me tropecé con mi gato en las escaleras i le di un baño de agua mineral levemente gasificada, definitivamente no tenia sed, porque después del incidente, no busque otro vaso para saciarla. Era solo ansiedad, y no iba a desaparecer, al menos hasta que el despertador anunciara e inicio de mi nueva vida.
Sentía como la humedad recorría cada centímetro de mi cuerpo, el aire era pesado, me costaba respirar, caía a toda prisa por lo que parecían las escaleras de mi casa, pero solo un pequeño detalle las diferenciaba de estas, nunca terminaban. Caía y caía por horas, no me golpeaba, era como si una nube de polvo amortiguara el rose del algarrobo contra mi piel, de pronto, algo me sujetaba del brazo impidiéndome mover, en su momento se lo agradecí, pero luego deseaba que me soltara, extrañaba la sensación esponjosa. Levante la mirada para anunciarle al extraño brazo colgante que me soltara, al hacerlo, me encontré con el rostro de mi madre intentándome despertar, había caído en un sueño profundo, y tan vívido.
Al llegar al set mi ansiedad se había calmado, sabia que las personas que estaba allí pasaban por mi misma situación, todos éramos fanáticos y aun mas importante, ninguno pensó que podía representar un papel en semejante película. A la primera persona que vislumbre fue a la pequeña "Alice", levanto la mirada y poso sus ojos verdes sobre mi rostro, al parecer ella necesitaría lentes de contacto. Se acerco lentamente hacia donde mis padres me habían depositado en la entrada, todavía no había logrado moverme.
- Mmm Bella, hueles bien, no lo había notado hasta ahora - Me dio un gran abrazo esbozando una dulce sonrisa, su voz dulce de melocotón había recitado una de las líneas de su personaje en el libro, lo sabia.
- Gracias- Le respondí intentando contener la calma, ella era definitivamente hermosa, al parecer los jueces habían echo un buen trabajo.
- Allí viene la humana- Esta ves era Esme, y el dialogo de la película. Esa parte también la sabia, era una de mis favoritas de la puesta en escena, me parecían tan familiares.
- Mmm, comida italiana - Reímos las tres por lo bajo, al parecer sabíamos de que hablábamos.
Estábamos metidas en nuestros mundos literarios hasta que una belleza rubia atravesó la entrada, Rosalie parecía mas nerviosa que yo en las audiciones, pero al vernos a todas juntas avanzo con timidez para unirse a nuestro grupo, al perecer estaba demasiado nerviosa para recordar alguna línea que siguiera nuestro juego, por lo que se limito a saludar con voz entre cortada a cada una de nosotras. Sin dudar le hicimos espacio en nuestro mundo, sabíamos que todas estábamos igual de nerviosas. Un par de minutos y risas más tarde un chico musculoso y alto entro agachando la cabeza.
- Emmett! - Gritamos al unísono las cuatro. Se puso de todos los colores existentes en el arco iris. Corrimos hacia el y tratamos de alejarlo de la puerta, para que allí atrás quedara su timidez. Se unió a nosotras con bastante facilidad, es más, ya practicaba algunas maneras de hacerme sonrojar al instante, era obvio que lo iba a lograr sin mucho esfuerzo.
Casi al mismo tiempo entraron al set Jasper y Carlisle, ellos a diferencia de nosotros parecían más relajados, venían haciendo comentarios acerca de lo mucho que les iba a gustar realizar esta película y muchos otros cotilleos. Todos se saludaban y elogiaban, repetían sus líneas sin parar y reían de los comentarios de Emmett. Jasper ya empezaba a practicar sus caras de "estoy sufriendo por beber tu sangre" lo que era muy gracioso ya que se asemejaba mas a un loco que a un vampiro atormentado, y el director entro en escena de la mano de un chico de tez morena y pelo largo hasta la cintura.
- Perro! - Soltó Rosalie sin dudarlo, no había que pensar mucho para deducir que le hablaba a Jacob.
- Calla rubia tonta! Acaso tu neurona se siente sola y necesita compañía! - Todos rompimos a reír, sabiendo que hacia referencia al ultimo libro de la saga.
Ellos seguían comentando y haciéndose grandes amigos, cuando yo me perdí en mi burbuja otra vez, involuntariamente gire hacia la entrada, y allí estaba parado, inmóvil. Oh Edward, susurre hacia mis adentros. Era él, no cabía duda alguna, era tan perfecto, que llegue a pensar que en el libro se había descrito y amoldado a este ser que ingreso al estudio, y no que tuviera que ser él el que se tuviera que adaptar al personaje. Era simplemente perfecto, único, especial, por sobre todas las cosas inmaculado. Nunca había visto algo semejante, su belleza irradiaba luz propia dentro de aquella habitación oscura en la que me vi sumergida al ver su rostro. El era mi Edward, y al parecer, yo tendría que intentar ser su Bella.

Capitulo II

Capitulo II: La audicion

No crei que fuera tan dificil, tan intimidante, definitivamente convencer a mi madre de que me dejara audicionar habia resultado de lo mas sencillo al lado de aquella frustracion. En esa pequeña, pero no por menos importante, luminosa habitacion, habia por lo menos una suma de 500 Bellas Swan que ansiaban el papel casi tanto como yo, eso era facil de dictaminar, lo que no me iba a resultar tan sencillo seria convencer al excelente jurado de ropas elegantes que se hallaba en la habiatacion contigua. De a ratos cada integrante cruzaba la frontara para observar como era el material que tendrian que evaluar, nos miraban como si en nosotras fueran a encontrar a la adolescente torpe y solitaria que la autora describia en su libro, podria llegar a decir que el casting para la pelicula original no fue tan extenuante. Pasabamos de a una, cada cual con su escena estudiada de adelante hacia atras al pie de la letra, teniamos que elegir una escena que nos representara, y actuarla como si de ello dependiera nuestra vida, en mi caso, asi era. La espera fue larga, la competenia era peor que en un desfile de modas, por alguna extraña razon me sentia descolgada en ese entorno, ah, ya se cual era el motivo, todas y cada una de las enloquecidas fanaticas imitaban a la perfeccion a la Bella que admiraban, imitaban sus rizos, color de cabello y peinado recogido, vestian unos jeans desgastados y franelas sueltas como si fuesen a correr un maraton, alguna de ellas, solo las de ojos claros, habian optado por lentes de contacto para imitar su tono chocolate. Y alli, en una esquina casi escondida de la multitud, me hallaba yo, la oveja negra, el sapo de otro pozo. Mi cabello suelto llegaba hasta la cintura con unas pequeñas ondas provocadas por una trenza de la noche anterior. Solia tener un color castaño oscuro, pero gracias a tres horas de peluqueria de salon, unas mechas rubias cubrian mi base dorada, tambien provocada por la misma peluquera, solo que el tiempo le habia dado a mi look, una muestra de mi cabello anterior, generando asi, un chocolate amargo en la raiz de mi cuero cabelludo. Tenia encima una remera negra que se adheria a mi cuerpo delatando un body paintin, definitivamente nada Bellusco, sin contar mis jeans oscuros ajustados en la botamanga. Mis mellijas estancadas en un rosado viejo le daban el toque perfecto a la desubicacion del lugar, definitivamente no iba a lograrlo.
Horas de espera y frustraciones mas tarde, el plasma de la pared anuncio 248, en ese momento habia capturado al menos a mas de la mitad de las miradas de la sala, era mi turno, no habia vuelta atras. Me diriji lenta y pausadamente hacia la puerta de la derecha, pensando en como hacer una entrada triunfal para destacar de la multitud, ya que no parecia adaptarme al ambiente, pero en el momento de mi nacimiento no fui dotada con la capacidad de realizar dos acciones simultaneas, pensar y caminar en estado de shock hicieron que apenas mi mano girara la periila de la puerta mi pie derecho tuviera una pequeña pero importante discucion con el izquierdo, provocando asi un tropezon y casi caida, solo que me salvo el hecho de todavia estar sujeta al picaporte. Definitivamente logre lo que deseaba, una entrada triunfal, solo que nunca aclare como, ya que las miradas de los tres jueces de mi izquierda se posaron sobre mi como si huviesen visto un fantasma. Okei, seria el fin de mi inicio como actriz, asi y sin mas, pero la reaccion de los jueces fue distinta a mi premonicion, hicieron un ademan con las manos como de BRAVO, intentaban aplaudir. Eso era raro, no lo habia echo a propocito, y parecian saberlo, lo que me despisto bastante. Avance hacia donde me indicaban con su dedo indice, me plante en el medio del auditorio y alli comenze con mi monologo. Era obvio que escena iba a elegir, la que mejor me representaba, la que mejor se adaptaba a mi forma de ser, la situacion en la cual Bella debe marcharse de su padre sin aviso previo ya que un vampiro cazador iba tras su sangre dulce, como si los mosquitos no alcanzaran. Cada palabra que salia de mi boca, me recordaba cada momento en el que tuve que persuadir a mi papa para lograr mi cometido, cada frase de rechazo hacia aquel ser que me lo habia dado todo, le dieron el toque perfecto a la escena montada, y para finalizar, me sorprendi al ver unas lagrimas corriendome el delineador negro, eso no me importo, me lo aparte con el dorso de mi esqueletica mano y segui hablando, recitando, recordando. Para cuando habia finalizado la pequeña mujer pelirroja que ocupaba la silla del medio, imitaba mi reaccion a las lagrimas i secaba las suyas, seguramente le gusto, pero no sabria si podia decir lo mismo de los otros dos ocupantes. Un leve susurro salia de cada una de sus carnosas bocas y al final la pequeña mujer tomo la decicion de mirarme a los ojos, en los cuales se reflejaba su rostro, con el maquillaje perfectamente corrido en manchas irregulares.
-No necesitamos mas- Esa voz, me recorrio la columna un escalofrios, era tan fina, como el golpe de las gotas de rocio sobre el cesped en la madrugada.
- Participante 248...- se hizo un silencio humano mientras las hojas sobre su escritorio bailaban triunfantes. - Soledad, verdad?-
- Si - Estaba en duda,¿ lo habria escuchado?, porque al parecer los sonidos se atoraron en mi cuello.
- Felicitaciones, eres nuestra nueva Bella Swan, no necesitamos de mas adictas al status para darnos cuenta de esto, eres excelente-
- Ya al entrar nos dimos cuenta que eras la indicada, ese tropeson, fue tan natural...-
- Lo fue - dude en responder, pero sentia confianza, estaba entrando en shok
- Lo sabemos, pero queriamos confirmar tu habilidad, estabamos seguros de que en esta ciudad no encontrariamos a Bella, o mejor dicho si, todas ellas lo son, pero no en el modo que necesitamos, nunca nos equivocamos, y esta vez no fue la primera, bienvenida al elenco, pronto conoceras a los demas-
¿Como los demas? ¿Es que acaso ya habia terminado el casting y estaban luchando por encontrar su humana perfecta? Todas mis dudas se formularon en una sola pregunta, ¿Cual seria mi Edward?