Capitulo I: El Casting
Facinada no era la palabra. Obsecion se acercaba muchisimo mas. Si, definitibamente esta obsecionada con la pelicula que habia salido en el cine sobre vampiros y humanos tratando de vivir un amor peligroso. Me habia deborado los libros en menos de una semana, y no solo una vez. Cuando veia que las hojas estaban proximas al final, entraba en una etapa de abstinencia en la cual solo leia unaos cuantos parrafos por noche para no dejar que la ilusion creada se acabe cuando la contratapa me dijera fin. Creo que esa fue una de las razones por la cual mis padres decidieron mandarme a terapia, segun ellos no era normal que una adolescente pasara sus vacaciones de verano encerrada en su habiatacion leyendo, pero asi era, y no lo podia negar, pero lo que ninguno de los dos entendia es que no necesitaba curarme de nada, ya que no era una enfermedad lo que mantenia mi mente en una burbuja de letras, y si en todo caso estaba enferma mentalmente, preferia que me dejaran vivir asi, antes de tener que enfrentarme a la realidad. Yo le habia puesto otro nombre, lo denominaba, mi razon para vivir, era un verdadero hobbi entrar en cada pagina de internet que me comentara que hacian de nuevo los directores de la pelicula, las escenas eliminadas o cuanto faltaba para la proxima. Sin embargo, no fue asi como me encontre cara a cara con lo que seria la mejor experiencia que me podria pasar en la vida. Buscaba en el diario, en la seccion de espectaculos, alguna pelicula que mantuviera mi mente fuera de las 200 repeticiones diarias del DVD que me habia bajado de internet, cuando pase la vista por un cartel que atrajo mi atencion de inmediato, era un casting, uno en verdad muy bueno, iban a realizar la adaptacion argentina de la pelicula que tanto amaba.
-Por favor papá- suplicaba mientras ponia mi mejor cara de puchero. -Llevame, tanto te cuesta- asi pasaba las 24 horas del dia, rogandole a mi padre cada segundo de mi agoviante vida.
Mi papa no era una de esas personas que le agradaba que su hija se expusiera a los medios, y yo tampoco lo era, pero no iba a desaprobechar esta oportunidad.
- Basta Soledad- Repetia siempre con su mismo tono de voz, inexpresivo. -Habla con tu madre- ya era rutina, no tomaba una sola decicion por su cuenta sin antes obtener el Ok de mi mama.
-Mariano, no me digas otra vez lo mismo, no es no, no le voy a cumplir el caprichito, dejala que se le pase.
Asi era ella, a veces mi mejor amiga, otras, mejor no tenerla cerca. No lograba hacerla entender que "eso" a lo que denominaba capricho, era lo mejor de mi corta existencia, pero ya nada importaba, cuando ella se negaba, no habia vuelta atras, por eso atacaria por separado, mi papa no toleraba verme sufrir, y mucho menos que las lagrimas cayeran a borbotones de mi rostro, lo hacia sentir como si su princesa no estuviera recibiendo todo lo que quiere, al fin y al cabo asi era. Espere al fin de semana, cuando tenia su dia libre para mi, ya que sus horas de trabajo no agotaban su energia. Era costumbre ya, que me pidiera que lo acompañase a cualquier lugar al que se dirigiera, al fin y al cabo amaba viajar con él, era tan relajante. No tenia mucho tiempo para montar una gran escena, ya que el casting seria en dos cortas semanas, y tenia tanto por hacer. En esos momentos era en los cuales deseaba contar con esa voz aterciopelada y el encanto cegador que caracterizaba a Edward, solo asi podria convencer a mi padre. Al parecer, no contaba con aquel don, pero si tenia algo mucho mas especial, al menos para el.
-¿Que es lo que te pasa?- pregunto sin apartar los ojos de la carretera
-Nada, estoy canalizando mi ira buscandole formas a las nubes- Al parecer mi contestacion le llamo la atencion, como yo deseaba, ya que nunca en mi existencia hubiese usado las palabras "canalizar" e "ira" en una misma oracion. Jamas. Era una persona a la cual le gustab discutir, y en ese momento estaba canalizando mi ira. Ese si era un don. Pero no tenia tiempo de platicas, tenia trabajo por realizar.
- ¿Y se puede saber de donde proviene esa ira que intentas canalizar?
- De vos, y lo sabes muy bien- Ugh, eso dolia, creo que habia olvidado la parte en la cual debia comportarme linda y tiernamente.
- Porque me decis eso Sole, si sabes que te doy todo- En ese momento podia sentir como su corazon se desgarraba.
-No, no me das todo, no lo que quiero, lo que anhelo, sueño.
- No seas asi conmigo, tu madre ya tomo una decicion y no puedo hacer lo contrario- Dominado, pense. -Sabes como es.- Pero luego me arrepenti, sabia como era, dura, terca, y yo era su fiel reflejo.
- Ya lo se- Era hora de poner mi ternura a trabajar. -Es por eso que no te voy a suplicar, mi sueño se convirtio en pesadilla, ademas era obvio que no lo iba a lograr, jamas ganaria esa eleccion, no soy buena en nada- En esa frase habia gastado todos mis ahorros de pasear perros, en calses de actuacion, las cuales mis padres creian de canto. No podia mostrarles mis armas.
- No digas eso, todo lo que te propones lo logras- Bingo! Justo como ahora, estaba cediendo.
-Nunca lo voy a saber, ya es demasiado tarde-. Con razon mi profesora me recalcaba lo buena que era.
-Tarde para nada, ya mismo te lo demuestro, vamos a la audicion- Puso la luz de giro y cambio el rumbo de nuestro viajeDestino final, el sueño de mi vida.
jueves, 12 de marzo de 2009
Capitulo I
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