domingo, 29 de marzo de 2009

Capitulo XIII

Capitulo XIII: Amanecer

Me había recuperado, y les había echo creer a todos que mi presión me había jugado en contra otra vez, como ya era común en mi, lo tomaron como algo normal y seguimos grabando hasta el anochecer. Al director no le simpatizaba la idea de que siga exponiendo mis defensas a tanto agotamiento, pero no teníamos opción, íbamos muy retrasados.
Como era viernes, y los fines de semana los teníamos libres, decidimos realizar una salida en grupo, que lamentablemente terminó siendo una mesa para cuatro. Rose y Jake ya tenían sus planes juntos, y no pensaban incluirnos en ellos. Jazz tenia que regresar temprano a su hogar para una cena con parientes lejanos, algo que le molestaba muchísimo, ya que hubiese dado todo por pasar mas tiempo con Al. Emmett no tenia ganas de existir ni asistir, pero la pequeña ALice lo obligo a tomar su abrigo y salir del estudio, con el simple pretexto de que le haría bien tomar un poco de aire.
Yo estaba lista, lo único que necesitaba era un abrigo y mi celular para avisarles a mis padres. Me dirigí al lugar donde solía guardar mis pertenencias, pero como siempre, alguien ya se encontraba allí, debía recordar comprarme una llave.
- Bella, ¿Como te sientes? ¿Estas mejor?- Era increíble lo hermosa que sonaba su voz cuando estaba preocupado por mi.
- Si Ed, gracias por preguntar, y tu, ¿Como estas?
- Ahora muchísimo mejor, todo gracias a ti- Se inclino un poco hacia abajo, para alcanzar mi cabeza, y beso delicadamente mi frente. Ya sabía que había sido aquella sensación que sufrí cuando yacía inconciente.- Mas te vale que te apures si quieres alcanzar a los demás- y me dedico una de sus mejores sonrisas despreocupadas.
- No tengo intenciones de alcanzarlos si tu estas a mi lado- No sabía como iba a tomar mi comentario, pero al parecer, mucho mejor de lo que esperaba. Aparto la mirada de mis labios y concentro sus ojos en los míos, luego de mantenerlos allí por unos minutos, me abrazo con tanta fuerza que sentía como mis costillas se partían por dentro.
- ¿Sabes algo? Eres mucho mas caprichosa y arriesgada de lo que creía- Me sonroje cuando sus palabras acabaron en mis oídos. Inclino su cuerpo hacia mi altura y se acerco tanto que sentía mis pestañas rozando con las suyas, no llego a tocar mis labios, ya que sus músculos se tensaron antes, y deshizo el abrazo en el cual me sentía tan a gusto. – Será en otra oportunidad, no puedo arriesgarme a nada, después de todo, soy la ultima persona con la que te han visto con vida- Sonreí ante su comentario inadecuado, pues yo sabia que aquello no traería complicaciones.
- ¿Puedo decirte algo?- Mi voz salio entre cortada, casi como si el llanto estuviese asomado, esto llamo su atención y volvió a mirarme fijo.
- Puedes decirme lo que quieras, pero por favor, tranquilízate, no tolero escucharte así-
Ante la mención de aquéllas palabras me colgué de su cuello y acerque mi boca a su oído, y lentamente fui susurrando.
- Te quiero- Aleje mi cuerpo, y solté mis brazos volviendo a dejarlo en libertad. Volví a mirarlo, pero su cabeza permanecía gacha, casi contando los azulejos del piso, levanto la vista, y me encontró apenada, se acerco a mí y me corrió una lágrima que caía de mis ojos. Me levanto en el aire hasta que me tuvo a su altura, olvide mencionarle que tenía miedo a no mantener mis pies en tierra firme, pero oculte esa preocupación y lo mire fijo, aun con la vista nublada a causa de las lágrimas.
- Te dije que te tranquilizaras, por favor, no llores por mi, si supieras cuanto te quiero, tus palabras serian insignificantes ante las mías- Y apoyó sus labios fríos sobre mi nariz.
Salimos del estudio abrazados como si formáramos parte de una sola persona, los ojos de Emmett se salieron de sus cavidades al ver la escena, pero ya nada me importaba.
- ¿Hacia donde quieren ir? – La voz de Alice sonaba exaltada, como si nunca se hubiese imaginado verme de la mano de aquél maravilloso ser.
- Conozco un restaurante muy bueno por esta zona, y sino, podríamos ir a mi departamento y ordenar unas pizzas- Emmett sonaba lejano, como si no le importara si fuésemos a su casa o a un cohete espacial hacia la luna. Definitivamente prefería la tierra firme, si me diesen a elegir, elegiría la opción A
- Se de un lugar que les gustara mas- Alice otra vez- Vamos Em, nosotros iremos en tu auto, y que Bells valla en el de Ed- Me guiño un ojo divertida. – Así ellos podrán seguirnos, y ninguno sabrá hacia donde nos dirigimos, seria como una búsqueda del tesoro-
Emmett no quiso opacar la sonrisa de su acompañante por lo que accedió sin queja alguna, este le abrió la puerta y ambos se introdujeron en el vehiculo.
- Alice no debería haber echo eso, ahora tengo mas oportunidad de secuestrarte- Me sonrió dejando sus perfectos dientes a la vista
- Sabes que nada me gustaría mas, ella sabe lo que quiero-
- ¿Acaso tu sueño es servir de postre para un vampiro hambriento?-
- No, mi sueño es estar contigo cada segundo de tu vida-
No contesto a mi plegaria, por el contrario me tomo de la mano y me encamino hacia su auto, me abrió la puerta y me deposito delicadamente en el asiento tapizado.
El viaje fue maravilloso, seguíamos al Clío de Em, pero íbamos inmersos en nuestro propio mundo.
- ¿Puedo hacerte una pregunta?- Esta vez, mi voz estaba perfecta, sin rastros de llanto
- Si prometes mantenerte así, por mi esta bien- Sabia que re refería a mi voz, a mi calma y seguridad.
- ¿A que te referías con que llevas 17 años buscándome?
- Ahora no es el momento, ya te has enterado de mucho por una noche, no quiero que tengas pesadillas con un vampiro acosador-
- Pero quiero…
- Lo prometiste, me dijiste que ibas a permanecer tranquila-
- Tienes razón, lo siento- Justo nos habíamos detenido en un semáforo, por lo que aprovechó la situación y beso mi frente nuevamente, me estaba acostumbrando a sus demostraciones de afecto.
Para cuando nos quisimos dar cuenta estábamos delante de un parque de diversiones enorme, aparcamos el auto en el estacionamiento, y nos juntamos con Al y Em. La voz de la primera sonaba eufórica.
- Esto es perfecto para una salida nocturna, es el mejor sitio de todos- Sonaba como una niña a la cual sus padres nunca sacan a pasear.
Lo primero que detectaron mis ojos, fue una montaña rusa del tamaño de Disney Word, en que estaba pensando Al, cuantas veces debía explicar mi miedo a las alturas, definitivamente mas de una.
- Tranquila amiga, no nos subiremos si no quieres, aunque seria emocionante escucharte gritar- Me sonrió tan divertida que pensé que sus labios le saldrían de su pequeño rostro ovalado
- No te preocupes Al, yo la haré subir-
- ¿Acaso estas loco Edward?, no soporto tener mis pies alejados de tierra firme, no voy a subirme, ni en un millón de…- Fue en vano continuar, para cuando me quise dar cuenta, ya estaba sentada en unos de los carritos de la atracción, debía admitirlo, no fue tan malo como pensaba.
Cuando nuestro toque de queda iba llegando a su fin, nos destinamos a subir a los vehículos que nos llevarían a nuestro hogar. Alice iba medio dormida de la mano de Em para no caerse, y en la otra sostenía un algodón de azúcar que no logro terminar. Yo iba con los ojos cerrados, pero Ed me guiaba para no caerme contra alguna baldosa floja, en la mano libre, sostenía un oso de peluche del tamaño de un niño pequeño, que mi apuesto vampiro había ganado para mí en un juego de puntería.
- ¿A que horas debes regresar?- El sonido entro por mis oídos, aunque tarde un poco en lograr que otro salga
- A las 8, ¿Qué hora es?- No sabia lo que decía, no sabia si mis palabras tenían coordinación, pero al parecer el entendió
- Emmett, lleva a Alice a su hogar, nosotros haremos una parada antes, no te preocupes, estaremos bien- No entendía nada de lo que Edward decía, pero confiaba ciegamente en el.
- ¿A dónde vamos?-
- Shhh, calla amor, te avisare cuando lleguemos- Me tomo en brazos, sin ningún esfuerzo visible y me llevo medio sonámbula al interior de su auto. Creo que estuvimos en movimiento 20 o 30 minutos, no supe calcular bien el tiempo, ya que iba dormida.
- Bella, cariño, despierta, tengo una sorpresa para ti- No sabia en donde me encontraba cuando logre abrir mis ojos, pero de una cosa n tenía dudas, después de Edward, era lo más hermoso que había visto nunca.
- Y… ¿Te gusta mi sorpresa?
- Oh Edward, es precioso, ¿Cómo…?
- Shhh, no rompas el paisaje- Tenia razón, era el amanecer mas hermoso. Nunca había visto tantos colores juntos mezclados en el cielo. Era como una pintura surrealista que había echo para mí.
- Amor, gracias, es hermoso, es lo mejor que pudiste haberme dado nunca-
- Y todavía no me conoces del todo, pero por algo tenia que comenzar, tenía que opacar de alguna manera el desayuno de pétalos de Emmett-
Después de eso, no se exactamente que paso, supongo que Ed me llevo hasta mi hogar, ya que allí fue donde desperté la mañana del sábado, con mi oso enorme al costado de la cama y una rosa roja entre sus manos.

4 comentarios:

  1. Que precioso! y qué romántico el oso de peluche con su rosa... Yo quiero un hombre así!! bueno, de momento me vale un Edward o un Emmett... aunque la opción de Ed va tomando peso. 1besico, y espero con ansia el siguiente capi, que aun no sé la respuesta de "cómo que 12 años buscándote"?

    ResponderEliminar
  2. XD Jooo al final acaban juntos... pero bueno, la historia esta guay así que no dejaré de leerla!

    ResponderEliminar
  3. Aun existiran hombres como el...bue...vampiros...jejeje

    q lindo...parece una cita perfecta..aunq le falta el beso no???

    sigo leyendo!!!

    ResponderEliminar